Documental denuncia a narcos mexicanos y complicidad oficial
Una fuerte denuncia de los métodos de tortura, asesinato y reclutamiento de los cárteles mexicanos y la acusación de complicidad de autoridades con el crimen organizado, centran el documental "El sicario room 164", realizado en 2010.
"No hay fronteras para el narco: ni en México, ni en Estados Unidos, ni en Colombia, ni en Costa Rica, ni en El Salvador. El narco puede comprar todo, paga policías, paga aduanas, paga migración. ¿Qué tan difícil es, si mueven y mueven toneladas de drogas, mover a una persona?"
Esta es una de las confesiones que el sicario narra encapuchado frente a la cámara en la habitación número 164 de un motel no revelado, en un lugar cercano a la frontera de Estados Unidos con México, escenario de hechos criminales en los que el testimoniante participó.
La cinta fue realizada por el escritor y periodista estadounidense Charles Bowden y el cineasta italiano Gianfranco Rosi, cuyos detalles fueron revelados en la más reciente edición de la revista mexicana Proceso, en una entrevista realizada a Bowden, quien facilitó a su entrevistador una copia del documental.
A través de la producción audiovisual, el sicario explica en detalles las técnicas de tortura, secuestro o asesinato en una especie de manual para aprender cómo practican esas actividades los grupos criminales, expone la revista.
La profesionalización de un sicario, hasta su educación universitaria en la mayoría de los casos, es una inversión que hacen los jefes de los cárteles de la droga para contar con asesinos efectivos y discretos, asegura el asesino en la reseña publicada por Proceso.