Existe un mágico sonido conocido por las más antiguas culturas orientales cuya pronunciación repetida genera estados de curación e iluminación, es el llamado Om, en el siguiente vídeo, desvelamos interesantes secretos y su vinculación con el instrumento musical más antiguo de la Tierra, el didgeridoo de los aborígenes australianos que ya aparecía en las pinturas rupestres de aquel país y se dice que tiene más de 40.000 años.
Frases célebres
miércoles, 26 de noviembre de 2014
El Sorprendente Secreto del Om
Existe un mágico sonido conocido por las más antiguas culturas orientales cuya pronunciación repetida genera estados de curación e iluminación, es el llamado Om, en el siguiente vídeo, desvelamos interesantes secretos y su vinculación con el instrumento musical más antiguo de la Tierra, el didgeridoo de los aborígenes australianos que ya aparecía en las pinturas rupestres de aquel país y se dice que tiene más de 40.000 años.
La Tragedia electrónica Obsolescencia II - (Documental en español)
Secuela de “Comprar, tirar, comprar”, que aborda el reciclaje ilegal de millones de toneladas de residuos electrónicos, un negocio a escala mundial que destruye el medio ambiente y pone en peligro la salud de miles de personas en África y Asia, convertidos en vertederos de estos residuos.
Cada año, en los países desarrollados se producen hasta 50 millones de toneladas de residuos electrónicos, el 75% de los cuales desaparece de los circuitos oficiales de reciclaje.
Su destino habitual son vertederos africanos o asiáticos donde contaminan el agua, la tierra y el aire y envenenan a miles de personas. Un dato que no debería extrañarnos que siguiera creciendo, ya que, solo en 2013, se vendieron 50 millones de televisores de pantalla plana, 300 millones de ordenadores y 2.000 millones de teléfonos móviles y smartphones en todo el mundo.
Visto el volumen de residuos, la falta de recursos para controlar su tráfico y la ineficacia de algunas leyes,
La tragedia electrónica concluye el relato apelando a la responsabilidad del consumidor que, consciente de lo que le pasa a un producto cuando acaba su vida útil, quizá debería redefinir su papel; utilizando sus aparatos durante más tiempo antes de que el planeta se convierta en un enorme vertedero con una larga y tóxica vida por delante.
Cada año, en los países desarrollados se producen hasta 50 millones de toneladas de residuos electrónicos, el 75% de los cuales desaparece de los circuitos oficiales de reciclaje.
Su destino habitual son vertederos africanos o asiáticos donde contaminan el agua, la tierra y el aire y envenenan a miles de personas. Un dato que no debería extrañarnos que siguiera creciendo, ya que, solo en 2013, se vendieron 50 millones de televisores de pantalla plana, 300 millones de ordenadores y 2.000 millones de teléfonos móviles y smartphones en todo el mundo.
Visto el volumen de residuos, la falta de recursos para controlar su tráfico y la ineficacia de algunas leyes,
La tragedia electrónica concluye el relato apelando a la responsabilidad del consumidor que, consciente de lo que le pasa a un producto cuando acaba su vida útil, quizá debería redefinir su papel; utilizando sus aparatos durante más tiempo antes de que el planeta se convierta en un enorme vertedero con una larga y tóxica vida por delante.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)