No te pierdas “La Tierra en Venta”, un documental que nos relata la nueva perversión e indecencia de los especuladores: jugar con un recurso imprescindible para la subsistencia de millones de personas en los países en desarrollo. La descarnada dinámica de la economía de mercado, siempre a la caza del enriquecimiento individual, reclama nuestra atención e indignación ante algo más que el robo de la tierra a sus habitantes; lo que se lleva a cabo es un total despojo de sus ya frágiles expectativas de futuro.
Tras el batacazo de la crisis financiera y el desplome de montañas de acciones bancarias, los especuladores e inversores hacen las maletas y buscan otro frente al que acudir. Pero lejos de haber aprendido la lección, hace ya unos cuantos años que tocan a la puerta del frágil mercado alimenticio. El porqué es muy simple: aquí no existe riesgo de quiebra. Las predicciones de la FAO revelan que la población mundial crecerá 3 mil millones de personas en 2050. Como consecuencia, se necesitará una expansión de los cultivos agrícolas para abastecer a una humanidad en máximos históricos. Es por ello por lo que la Bolsa de Chicago, donde se fijan los precios de los alimentos mundiales, se está convirtiendo en la nueva Meca del especulador. Wall Street ha sido sustituida, y lo peor de todo es que está en juego el acceso a la alimentación de millones de personas.
Podría decirse que nos encontramos ante lo que a los inversores les gusta llamar la tercera deslocalización. Tras la industria y los servicios, ahora es el turno de la agricultura. El capital es indio. El riego, de Ecuador. Y las tierras, de Etiopía. En este último país, el gobierno ofrece tierras vírgenes a empresarios extranjeros para iniciar sus plantaciones. En Etiopía todo territorio pertenece al Estado, así que por un poco de mano de obra y una mejora de la tecnología, se firman contratos irrisorios para cualquier país desarrollado. De hecho, es habitual que los inversores no tengan que pagar ni un céntimo al gobierno por el uso de sus tierras. Muchos etíopes se encuentran invadidos por empresarios extranjeros sin previo aviso, y no pueden hacer nada para evitarlo. Ese es el comienzo.
Los etíopes ven como millones de hectáreas son ocupadas mientras se mueren de un hambre tan solo paliada por las ayudas de la FAO. Y es que el consumo de los productos cultivados no les está reservado a ellos, sino al resto del planeta. La decadencia se apropia poco a poco de las poblaciones locales, a las que de repente no pertenece nada. Sus lugares santificados son ahora cultivos de trigo. Ya nada es sagrado. No hay respeto en los jeques extranjeros, que solo buscan el negocio. Los etíopes no pueden utilizar ni los ríos, y los problemas para abastecer a sus ganados se multiplican. Víctimas de una alianza perfecta entre gobiernos y empresarios, los países tercermundistas se convierten en modernas colonias explotadas por el oro verde, otro término que encanta a empresarios y especuladores.
Está visto que en asuntos de economía no hay aprendizaje. Estamos en el epicentro de una crisis financiera devastadora y ya se ha abierto otro frente de especulación. Los gobiernos lo saben, pero hacen oídos sordos. No moverán ni un dedo hasta que el riesgo no sea inminente. La FAO organizó una cumbre en Roma (2009) a la que solo acudió el presidente Berlusconi porque era el anfitrión. Mientras, se oían con fuerza las protestas de los activistas: “apropiación de tierras”. Sería un buen término para referirse a la causa clave de una crisis futura.
http://ecoynomia.wordpress.com/