Al final de un festín, al parecer bien regado con alcohol,
los dirigentes de la OTAN, en una especie de burla a los cretinos que
todavía toman al pie de la letra sus discursos sobre la paz,
no encuentran nada mejor que entonar a coro “We are the World”. En este
indecente video aparecen el general estadounidense y entonces
jefe supremo de las fuerzas de la OTAN en Europa Philip Breedlove,
el secretario general de la alianza Jens Stoltenberg, la responsable de
Relaciones Exteriores de la Unión Europea Federica Mogherini y numerosos
ministros de Defensa.
En las últimas décadas, Estados Unidos ha pasado de una
pseudo-democracia corporatizada, a una oligarquía completamente
emplumada donde los oligarcas propietarios de las más poderosas empresas
transnacionales se han fusionado con prácticamente todos los gobiernos
nacionales, independientemente de la ideología y la cultura.
Más que nunca en estos días, el dinero compra poder. Ni el presidente de
Estados Unidos, ni el Congreso de Estados Unidos, ni la Corte Suprema de
Estados Unidos representan ya los intereses del pueblo estadounidense,
sino que, como jugadores seleccionados a mano, operan dentro de una
oligarquía corrupta, todos ellos mirando hacia los agentes del poder que
les han convertido en sus títeres políticos a cargo de hacer su malvada
oferta.
A través del proceso de globalización y privatización, un proceso paralelo a Estados Unidos se ha venido desarrollando con casi todas las naciones y gobiernos nacionales en todos los continentes en
la tierra.
Implementando el poder de Estados Unidos-UE-OTAN, los
oligarcas se han salido con la suya con todos los gobiernos. Por lo
tanto la gente de este planeta tiene poca o ninguna voz ni poder sobre
sus vidas, puesto que un sistema económico mundial en bancarrota, de
servidumbre y esclavitud mantiene a las personas ahogándose en deuda
insuperable.
La incrementada desigualdad y la disparidad entre
ricos y pobres también se está acelerando a niveles sin precedentes a
nivel mundial.
La elite del 1% de los oligarcas y sus administradores-intermediarios se siguen haciendo extremadamente más ricos a expensas del resto en el planeta. Guerra, pobreza y enfermedad
se están convirtiendo en la nueva normalidad mucho más allá de las naciones del Tercer Mundo.
Sin un sector industrial dejado en los
Estados Unidos y una clase media diezmada de la financiación de un
imperio americano sobrecargado librando demasiadas guerras en todo el
mundo, Estados Unidos es una nación deudora dependiente como una
sociedad de consumo en productos baratos externalizados, en su mayoría procedentes de China.
La política estadounidense de guerra permanente con su convenientemente fabricada “guerra contra el terror” ha drenado la clase media durante una severa recesión aún tambaleante y
sin recuperación, principalmente causada por banqueros codiciosos y
criminales de Wall Street que le sacaron aún más a los ya demacrados
contribuyentes con enormes rescates “demasiado grandes para quebrar”.
Mientras tanto, los préstamos bancarios del FMI y los préstamos del banco
mundial han oportunamente depredado a naciones tercermundistas a deudas
que no tienen posibilidades de pagar, lo que les deja indefensos viendo a
sus patrias siendo saqueadas por los depredadores transnacionales
privatizadores empeñados en extraer y robar hasta la última gota de los
recursos naturales subterráneos disponibles en el planeta.
Este calculado siniestro proceso de globalización, privatización y la
creciente militarización trayendo más guerras al planeta es parte de la
agenda oligarca planificada de antemano para exprimir literalmente la
vida de la población mundial de siete mil millones de personas,
eugenésicamente adelgazando la manada humana a cualquier lugar a alguna
magra parte de medio a mil millones de personas.
Esto significa que hasta 13 de 14 de nosotros que vivimos actualmente en el planeta
tierra en este momento estamos programados para ser asesinados en masa
en los próximos años.
Esta es la forma en que será cumplido el plan
oligárquico para un Nuevo Orden Mundial, con microchips implantados en
los menos de mil millones de personas que quedaron en la tierra como el
número calculado de seres humanos que todavía se necesitan para servir
como clase servil lacayo de los oligarcas.
Esta es actualmente su agenda diabólica, en metódica ejecución de hacer la vida en el
planeta tierra a largo plazo más sostenible para ellos, y solamente para
ellos.
La nueva arma de terror diseñada por los EE.UU. y la OTAN, hablamos de
ISIS, un instrumento de terror para dividir y conquistar el rico
petróleo de Oriente Medio y contrarrestar la creciente influencia de
Irán en la región, además de implantar el miedo a un supuesto terrorismo
feroz en todo Occidente…