Sangre en nuestros móviles. Para buscar el coltán, ese precioso mineral que se encuentra en el corazón de nuestros teléfonos móviles hay que ir al Congo, a 1.400 kilómetros de la capital del país, cerca de la frontera con Ruanda. Nos encontramos con un milagro geológico lleno de minerales en un país devastado por la guerra, donda han muerto más de cuatro millones de personas en trece años, una región donde la violencia se alimenta de la abundancia de materias primas. Partiremos hacia las montañas, dónde se encuentran las minas, las regiones peligrosas, mal controladas por el ejército congoleño, asi como entrevistaremos al lider de los tutsis, el general Laurent Nkunda, que libera su propia guerra religiosa amparado en el daño sufrido por su pueblo, utilizando a los habitantes de algunas partes del país como esclavos para enriquecerse sin control.
Seguiremos desde la obtención, procesado, manufacturado y posterior exportación a las fábricas Chinas que finalmente abastecen a la mitad de móviles vendidos en todo el Mundo.
Llevar un teléfono móvil encima nos parece liviano y grato por la libertad y los goces de la comunicación desde cualquier parte. Sin embargo, en poco menos de 100 g se concentra una pesada carga ambiental que somos incapaces de percibir. No discutiremos sobre lo oportuno o no de esta tecnología, pero no podemos obviar que convertir esas piezas tecnológicas en algo que se renueva una vez al año y que acumulamos a una media de 3,7 móviles por persona no es sensato. Este reportaje aborda la problemática socioecológica de los móviles y en especial la relacionada con el uso del tántalo que se extrae del mineral coltán. En cualquier caso es una reflexión sobre un objeto cotidiano de deseo que va cargado de sangre inocente en su interior...
Seguiremos desde la obtención, procesado, manufacturado y posterior exportación a las fábricas Chinas que finalmente abastecen a la mitad de móviles vendidos en todo el Mundo.
Llevar un teléfono móvil encima nos parece liviano y grato por la libertad y los goces de la comunicación desde cualquier parte. Sin embargo, en poco menos de 100 g se concentra una pesada carga ambiental que somos incapaces de percibir. No discutiremos sobre lo oportuno o no de esta tecnología, pero no podemos obviar que convertir esas piezas tecnológicas en algo que se renueva una vez al año y que acumulamos a una media de 3,7 móviles por persona no es sensato. Este reportaje aborda la problemática socioecológica de los móviles y en especial la relacionada con el uso del tántalo que se extrae del mineral coltán. En cualquier caso es una reflexión sobre un objeto cotidiano de deseo que va cargado de sangre inocente en su interior...