Este documental nos lleva a la selva virgen más extensa e intacta del
mundo. Es la morada de los dioses de la Gran Sabana venezolana donde se
encuentran los sagrados tepuyes. Está en el Macizo Guayanés, al sur de
Venezuela, lindando con Brasil.
En el interior de este mundo verde anclado en el tiempo, viven hombres y mujeres adaptados íntimamente a este medio selvático. Pertenecen a diferentes etnias: pemones, maquiritares, panares y hotis, divididos en un sin fin de tribus.
Todos ellos temen y respetan los tepuyes, gigantes del universo como ellos los describen en su mitología. Sin duda, el tepuy más venerado es el auyan-tepuy, "la Montaña del Diablo" en idioma pemon. Creen que allí arriba moran entes extraordinarios, monstruos malignos y serpientes de tres cabezas. En una de sus paredes se encuentra el Kerepakupai-Meru, también conocido como Salto Angel, que es absoluto tabú para los indígenas.
Mas al sur nos encontraremos con Los Sanema, tribu escindida de los Yanomamis, conocidos como el Pueblo Feroz del Amazonas. La mujer sanema es la encargada de la mayoría de los trabajos domésticos: recolecta frutos y leña en el bosque, cultiva, cocina y cuida de los niños más pequeños. El hombre emplea casi todo su tiempo en la caza y ocasionalmente pesca en las quebradas cercanas al poblado.
En el interior de este mundo verde anclado en el tiempo, viven hombres y mujeres adaptados íntimamente a este medio selvático. Pertenecen a diferentes etnias: pemones, maquiritares, panares y hotis, divididos en un sin fin de tribus.
Todos ellos temen y respetan los tepuyes, gigantes del universo como ellos los describen en su mitología. Sin duda, el tepuy más venerado es el auyan-tepuy, "la Montaña del Diablo" en idioma pemon. Creen que allí arriba moran entes extraordinarios, monstruos malignos y serpientes de tres cabezas. En una de sus paredes se encuentra el Kerepakupai-Meru, también conocido como Salto Angel, que es absoluto tabú para los indígenas.
Mas al sur nos encontraremos con Los Sanema, tribu escindida de los Yanomamis, conocidos como el Pueblo Feroz del Amazonas. La mujer sanema es la encargada de la mayoría de los trabajos domésticos: recolecta frutos y leña en el bosque, cultiva, cocina y cuida de los niños más pequeños. El hombre emplea casi todo su tiempo en la caza y ocasionalmente pesca en las quebradas cercanas al poblado.