Los refugiados saharauis llevan 40 años viviendo
en uno de los lugares más inhóspitos del planeta: cuatro décadas
manteniendo viva la esperanza de volver algún día al Sáhara Occidental.
La excolonia española fue abandonada y ocupada por Marruecos ignorando
las reivindicaciones de sus habitantes. Ahora, desde Argelia denuncian
el olvido del conflicto saharaui y su dependencia de la ayuda
internacional. Helena Villar, junto con un equipo de RT, ha convivido
con ellos para devolverles la voz.
Occidental es la última colonia africana. Sus habitantes son refugiados
permanentes, una contradicción en sí misma y un desafío a la política
internacional.
El pueblo saharaui es víctima de la mayor barrera
militar del mundo entre Estados, una de las zonas más contaminadas por
minas antipersona. Sus integrantes viven en un territorio hostil, pero
han convertido unos simples campamentos humanitarios en un auténtico
Estado. La República Árabe Saharaui Democrática no está reconocida de
manera oficial, pero más de 80 países sí la reconocen extraoficialmente,
pero no España. Celebra elecciones, tiene un Gobierno —el llamado
Frente Polisario— y está estructurada en 'wilayas' y 'dairas', que son
ciudades y pueblos.
A las terribles condiciones de vida se le
añade el reciente aumento de la fragilidad del sistema humanitario que
sostiene el sistema. "Estos campamentos viven de la ayuda internacional;
por lo tanto, los recortes que ha sufrido este
sector repercuten negativamente en el apoyo humanitario. La situación es
realmente preocupante", cuenta Abdulah Arabe, delegado del Frente
Polisario en la Comunidad de Madrid.
Intermón Oxfam ha calificado
este año 2015 como un auténtico desafío para los refugiados
saharauis: las necesidades humanitarias están cifradas en 33 millones de
euros.
"A veces, la situación que se vive en el ámbito del
Derecho internacional es kafkiana. No me explico por qué las
resoluciones del Tribunal de Naciones Unidas y de la Corte Internacional
de Justicia no se respetan ni ejecutan desde hace muchísimos años.
¿Para qué está la ONU, para que se deje presionar por España, Francia u
otros países o para hacer cumplir la legalidad internacional?", lamenta
Manuel Ollé, abogado de las familias de víctimas saharauis.
Para
la mayoría, la palabra 'saharaui' significa 'relativo al desierto del
Sáhara'. Sin embargo, para este pueblo encierra todo un sentimiento
patriótico y una idea colectiva de esperanza, de resistencia permanente
pese al miedo: todo por obtener la libertad, por el derecho a decidir
sobre su territorio. Los saharauis entregan su vida por la tierra
prometida, un lugar que muchos de los nacidos en los campamentos ni
siquiera conocen. Aún así, no pierden la esperanza.