Pagar sin dinero en efectivo ya es algo normal. Es rápido, fácil y
cómodo. En todo el mundo, las transacciones bancarias han reemplazado a
los pagos en efectivo desde hace tiempo. El Bundesbank y el Gobierno
alemán aún se aferran a las monedas y los billetes, pero, ¿pueden frenar
la evolución hacia una sociedad sin dinero en metálico? ¿Y quién apoya
al lobby que quiere abolirlo en todo el mundo? Los bancos quieren
deshacerse de monedas y billetes porque resulta caro emitirlos. Los
políticos quieren menos dinero en metálico para frenar el crimen y el
terrorismo. Los responsables de los bancos centrales quieren abolir el
efectivo porque así es más fácil aplicar tasas de interés negativas. Y
las empresas de pagos digitales como Paypal o Visa simplemente quieren
beneficiarse de todas las transacciones financieras y recopilar la mayor
cantidad posible de datos financieros de los consumidores. Su objetivo
es tener todo el control de nuestro comportamiento como consumidores. ¿Y
quién más se beneficia de una sociedad sin calderilla? Por ejemplo,
"Better than Cash Alliance" de Nueva York, que cuenta con el apoyo de
grupos como Visa y Mastercard y sostiene que el mundo es mejor gracias a
los sistemas de pago digitales. Cuantas más personas se integren en el
sistema financiero internacional, mayor será el crecimiento y el empleo.
Las que más se benefician son las propias empresas de pago electrónico,
gracias a las tasas y al acceso a un volumen inconmensurable de datos.
Los estados también están utilizando las nuevas oportunidades para
obtener más información sobre nosotros a través de los datos de nuestras
transacciones. En todo esto se pasa por alto el interés de los
ciudadanos por el dinero en efectivo como reserva y para mantenerse al
margen de los intereses de terceros. El dinero en efectivo es y seguirá
siendo una garantía de libertad individual.