Frases célebres

sábado, 4 de septiembre de 2010

Una vía democrática para el Sahara

Ahmed Bujari
Una vía democrática para el Sahara
Texto íntegro de la intervención del representante del Frente Polisario
ante el Comité Especial de los 24 (Comité de Descolonización de la ONU),
Nueva York, 22 de junio de 2010.
Sr. Presidente
            Deseo antes que nada agradecerle a Usted y a los Miembros del Comité especial encargado de la descolonización la oportunidad de estar hoy ante Ustedes en esta sesión
            No es necesario, Sr Presidente, abordar con detalle todas las fases del todavía frustrado proceso de descolonización del último territorio africano que figura en la lista del Comité especial. No obstante permítame hacerlo con brevedad para situar este proceso en su contexto actual teniendo en cuanta el rol y la responsabilidad que incumben al Comité.
            Mi país, el Sahara occidental, fue colonizado oficialmente por España en 1884 en el marco del reparto de África por las potencias europeas reunidas en la conferencia de Berlín celebrada ese año. Como todos los pueblos africanos, el pueblo saharaui reivindicó y luchó por el logro del fin de esa situación colonial, primero por vías pacíficas en junio de 1970 y desde mayo de 1973 por la lucha armada dirigida por el F. Polisario. La ONU, la Organización para la Unidad Africana (hoy UA) y el Movimiento de Países No Alineados reafirmaron a lo largo de los años su pleno apoyo al derecho inalienable del pueblo saharaui a la autodeterminación e independencia que debe ser ejercido por medio de un referéndum organizado y supervisado por la ONU.
            El conjunto de los países fronterizos con el Sahara occidental- Marruecos, Mauritania y Argelia- respaldaron de forma inequívoca este derecho y crearon en 1970, tras la cumbre celebrada en Nouadhibou, Mauritania, un Comité Tripartito al más alto Nivel cuyo objetivo era ejercer presión sobre la Potencia colonial- España- para que acelere el proceso de descolonización del Sahara occidental. España aceptó finalmente en 1972 sumarse al consenso regional e internacional y dio pasos concretos hacia la aplicación del principio de autodeterminación en el territorio bajo su Administración. La ONU, como resultado de la tenacidad de este Comité, estaba en aquel entonces a punto de lograr un nuevo éxito en su agenda descolonizadora.
            No obstante, la misma potencia administradora abdicaría poco después de sus obligaciones y compromisos y en lugar de conducir el Territorio hacia su descolonización pacifica, firmó, a espaldas del pueblo saharaui, un acuerdo secreto con nuestros dos vecinos, Marruecos y Mauritania, en virtud del cual, los dos países, rompiendo a su vez con sus anteriores compromisos, invadirían, ocuparían y se repartirían nuestro pueblo, nuestro territorio y sus riquezas naturales. Así fue concebido y firmado el Acuerdo Madrid de 14 de noviembre de 1975; un acuerdo ilegal que según la ONU, no ha puesto fin al proceso descolonizador. De hecho, lo ha agravado.
            Nunca había ocurrido algo similar en los anales de la descolonización. Los colonizados y oprimidos de ayer se convertían en colonizadores y opresores hoy y recurrieron a la fuerza militar para negarle a u n pueblo hermano y vecino su derecho a la autodeterminación e independencia. Fue un ataque directo a la Carta y resoluciones de la ONU y un desprecio a los enormes esfuerzos realizados por este Comité en pro de la descolonización del Territorio. Para África y para la Organización de la Unidad Africana supuso algo más; supuso la puesta en tela de juicio del principio acordado por la Organización relativo al carácter intangible de las fronteras que cada país obtuvo el día de su acceso a la independencia. Dicho principio fue el primer acuerdo de la OUA para preservar el Continente del flagelo de guerras territoriales. Marruecos y Mauritania, países Miembros de la ONU y de la OUA, al oponerse al principio de autodeterminación y proceder a modificar las fronteras por medio del recurso a la fuerza, se rebelaban contra pilares básicos de derecho internacional contenidos en las Cartas de las dos Organizaciones.
            Nuestro pueblo fue obligado así a luchar contra los nuevos colonizadores. Mauritania firmaría la paz el 5 de agosto de 1979 con el F. Polisario, tras reconocer que se había implicado en una “guerra injusta y fratricida”.
            En septiembre, Marruecos, en lugar de participar en la dinámica de paz desencadenada por este acuerdo, extendería su ocupación militar a la parte del territorio evacuada por las fuerzas mauritanas. La Asamblea general toma conciencia de la gravedad de la situación y adopta la resolución 3437(1979) en la que denuncia vigorosamente lo que llamó ”cito,” extensión de la ocupación militar del Sahara Occidental por Marruecos a la parte del Territorio evacuado por Mauritania”.
            Para la ONU, la presencia marroquí en el Sahara occidental era calificada desde ese momento de “ocupación militar”. En dicha resolución, reiterada en su integridad el año siguiente, la ONU demanda a Marruecos, cito, “participar en la dinámica de paz y entablar negociaciones directas con el F. Polisario en tanto que representante legitimo del pueblo del Sahara occidental con vistas a lograr un cese del fuego y las modalidades de organización de un referéndum de autodeterminación “.
            Fue tan solo, 12 años después, y tras 16 años de duros combates, cuando Marruecos responde a este llamamiento mediante su aceptación del Plan de arreglo elaborado por la ONU y la OUA en 1988 y endosado por el Consejo de seguridad en su resolución 690 de 1991. El Consejo de seguridad, que en virtud de la Carta de la ONU no tiene competencias en asuntos de descolonización, limitó su rol al hecho de endosar el Plan de paz elaborado por la ONU con las partes y autorizar el envío de una Misión al territorio, llamada MINURSO, con el explícito mandato de organizar el referéndum de autodeterminación suscrito por las dos partes beligerantes que permita al pueblo saharaui elegir entre la independencia y la integración en Marruecos, la potencia ocupante.
            Me resulta altamente importante subrayar este aspecto ante el Comité porque, Sr. Presidente, como se verá mas adelante, Marruecos intentará, sobre la base del apoyo de ciertas amistades, implicar al Consejo en el intento de impedir la celebración del referéndum al que Marruecos se habían suscrito y reemplazar el principio básico de la descolonización , el de la autodeterminación, por el principio de una llamada “solución política mutuamente aceptable” cuyo objetivo es en realidad ofrecerle a la potencia ocupante la posibilidad de ejercer un veto al principio de autodeterminación. Imaginemos por un solo instante que esta posibilidad, que este veto al principio de autodeterminación, hubieses sido ofrecido a todas las potencias europeas con posesiones coloniales en África, América latina, Caribe y Asia. Muchos no estarían sentados aquí como Miembros de la ONU.
            La MINURSO llegaría al Sahara occidental el 6 de septiembre de 1991, día de entrada en vigor del alto el fuego a fin de proceder a la celebración del referéndum en conformidad con lo estipulado por el Plan de arreglo. El territorio, el día de la entrada en vigor del alto el fuego, quedó dividido provisionalmente en dos zonas, una ocupada y otra liberada, separadas por el muro militar construido por Marruecos , de una extensión de 2000Kms, rodeado todavía hoy de 7 millones de minas antipersonales y anti blindados. El proceso del referéndum se puso en marcha con la elaboración por la ONU de la lista de votantes, tras superar todas las dificultades puestas en el camino por Marruecos, que pretendía que sus colonos transferidos en dos grandes oleadas al Territorio participasen en dicho referéndum.
            El mensaje que transmitía Marruecos era evidente y consistía en una especie de ultimátum a la ONU en el sentido de que o la ONU aceptaba el principio de un referéndum fraudulento o no habría referéndum. En efecto esto es lo que pasó. La ONU hizo un trabajo que ella consideraba limpio y estaba en posición de avanzar hacia la celebración misma del referéndum en tres ocasiones, en 1992, en 1998 y en 2000.
            La ONU no pudo llegar al final ante el rechazo de Marruecos. Cierto, no se implicó en una farsa, en unas listas de votantes fraudulenta, pero no es menos cierto, Sr, Presidente, que la ONU, y de manera particular el Consejo de seguridad, garante de la idea misma del referéndum contenido en el Plan de arreglo que había endosado en 1991, cerró los ojos y los sigue cerrando hoy, ante la destrucción por Marruecos de todo el proceso de paz.
            En una carta al SG de la ONU, del 24 de abril 2004, Marruecos dijo que la solución del referéndum reafirmada en el Plan Baker, le resultaba ya “inaceptable” porque , cito, “pone en cuestión la soberanía de Marruecos sobre el Sahara occidental”, al que pasa a llamar ”provincia del sur”. Ya no se trataba para Marruecos de alegar dificultades técnicas para elaborar una lista de votantes definitiva, sino de este nuevo argumento, el cual es simplemente insostenible, Sr. Presidente. Nadie, ni este Comité, ni la ONU ni la Unión Africana ni siquiera los amigos más cercanos de Marruecos, le reconocen tal pretensión de soberanía que como es sabido, es una cuestión que debe ser decidida por el pueblo saharaui en el referéndum que había sido por lo demás aceptado por Marruecos.
            Esta es la verdad histórica.
            Hoy han pasado 18 años y el referéndum prometido por la ONU espera todavía por su celebración. El proceso fue detenido por Marruecos sobre la base de creer que ciertas amistades dentro del Consejo, y de manera particular, Francia, le asegurarían una especie de impunidad para seguir la obra de destrucción. De esta forma, Marruecos cree todavía posible implicar al Consejo en el propósito de alterar gravemente los fundamentos básicos inherentes a una cuestión de descolonización, como es el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui.
            Todos los esfuerzos relazados desde entonces, desde los acuerdos de Houston de 1997, pasando por el plan Baker del 2003 hasta los que viene realizando el nuevo Enviado personal del SG, Sr. Ross, no han logrado vencer la intransigencia de la potencia ocupante del territorio, que no pierde la esperanza de que el Consejo de seguridad se implique más en un problema de descolonización de la competencia exclusiva de la Asamblea general y de este Comité, con el fin de que, al abrigo de los vaivenes de las coyunturas internacionales y bajo la inspiración de lo que algunos llaman realpolitik, se legitime una solución contraria al principio de autodeterminación. De ahí viene la llamada propuesta marroquí de “autonomía en el marco de la soberanía de Marruecos”
            Marruecos ha incorporado nuevos argumentos y pretextos para obtener alianzas dentro del Consejo de seguridad como el de su supuesto rol en la lucha global contra el terrorismo. Marruecos vende este supuesto rol como razón suficiente para obtener a cambio la anexión definitiva del Sahara occidental. Ello significaría la introducción de una nueva y curiosa doctrina en virtud de la cual todos los que participen en esa lucha serian premiados, si así lo desearan, con la anexión de territorios vecinos.
            Esta pseudo-solución, la de la “autonomía en el marco de la soberana marroquí”, que Marruecos formula públicamente en el año 2007, y establece como pre-condición para avanzar en el proceso de negociaciones actual, implica de antemano partir del hecho de que se le impone al pueblo saharaui renunciar a la opción de la independencia e integrarse en la potencia ocupante. No creo que sería difícil para los Miembros del Comité considerar que esta pseudo-solución supone una grave denegación del verdadero sentido y alcance del principio de autodeterminación formulado por las Naciones Unidas en su resolución 1514 y definido con precisión en la resolución 1541.
            Mientras tanto, Marruecos, interpretando correctamente la paralización de la ONU, actúa en el territorio como potencia ocupante que considera que la legalidad internacional, la Carta de la ONU y sus resoluciones no tienen mayor relevancia. Es por ello que se niega a reanudar el proceso del referéndum decidido por la ONU en 1991. Es por eso también que continua a la luz del día explotando ilegalmente los recursos naturales del Sahara occidental para apuntalar su ocupación. Es por eso también que la violación de los derechos humanos sigue su curso y todo ello, ante los ojos y oídos de una Misión de la ONU, la MINURSO.
            No hay indicios, Sr. Presidente, de que Marruecos vaya a cambiar de posición en un futuro inmediato y confía en que por sus relaciones bilaterales con algún Miembro permanente del Consejo de seguridad, la ONU fracase en conducir el último territorio africano en la agenda del Comité especial hacia su plena descolonización. Mientras san estas las coordenadas, los esfuerzos que lleva a cabo el Enviado personal del Sg de la ON, Christopher Ross, están condenados al fracaso. Marruecos somete a prueba la paciencia del pueblo saharaui y la paciencia de la Comunidad internacional.
            ¿Cuál es el rol del Comité especial en todo esto?.
            El Caso del Sahara occidental, Sr. Presidente, representaba la posibilidad de un éxito para la ONU en su agenda descolonizadora. Hoy el Sahara occidental es el símbolo de un prolongado fracaso, un fracaso lamentable que se veía venir y pudo ser evitado a tiempo. Sería poco convincente justificarlo por la complejidad de la formula básica de solución, el principio de autodeterminación para una cuestión de descolonización, o por las incidencias de la guerra fría.
            No podemos, ni ustedes, ni África, ni la región, ni el pueblo saharaui resignarnos al hecho consumado y aceptar las consecuencias de una lógica basada exclusivamente en la fuerza y en apetitos territoriales.
            Como Ustedes saben, el Estado marroquí, siguiendo las desafortunadas pautas expansionistas del líder del partido Istqlal, Allal EL FASSI, creyó que, tras su independencia en 1956, debería reivindicar lo que llamaría el “Gran Marruecos”, cuyas fronteras se extenderían hasta Senegal, englobando así todo el Sahara occidental, toda Mauritania, parte de Argelia y de Mali; es decir, incorporar al Territorio marroquí una superficie de 1milllon y medio de Kms. cuadrados. Esta teoría fue convertida en política oficial del Estado marroquí en 1957, tras el discurso de Mhameed ElGhizlan, pronunciado por el rey Mohamed V. Doce años mas tarde, viendo el carácter ilusorio de este empeño, y en vísperas de reconocer finalmente la independencia de Mauritania a la que consideraba parte integrante de ese “Gran Marruecos”, el rey Hassan II de Marruecos dijo en un solemne discurso (1) dirigido a la nación el 29 de agosto 1969, (Histoire des Alaouites, Jacques Benoist- Mechin, pag 225,) cito:
            “¿Por qué debemos obstinarnos en presentar a Marruecos como un país intransigente, que no quiere coexistir con ninguno de sus vecinos?. La reivindicación no debe adquirir la forma de la injuria, o de la violencia y no debe apoyarse exclusivamente en la historia antigua, ya que ésta nos llevaría incluso a justificar que reivindiquemos el Cairo bajo el pretexto de que esta ciudad ha sido construida siguiendo un plan trazado por un arquitecto marroquí de la época de los almorávides. A este ritmo, daríamos la impresión de vivir al margen del mundo..”(Fin de cita)
            Desde ese año de 1969 en que hizo ese celebre discurso a la nación, hasta octubre de 1973 , Marruecos reiteró ante el Comité especial y ante la asamblea general esta convicción, esta sabiduría, y su respaldo, cito, ”a la independencia del Sahara occidental” y al “derecho del pueblo del Sahara occidental a la autodeterminación e independencia”.
            Seis años más tarde, Marruecos, apoyado por Mauritania, decide invadir y ocupar por la fuerza el Sahara occidental, rompiendo con la convicción y con la sabiduría expresada en el discurso. Desde 1975, la región no ha conocido la paz y se aleja hoy más que nunca de ella como resultado de la decisión de Marruecos de volver a las “reivindicaciones basadas exclusivamente en la historia antigua”, a pesar de que ni siquiera esa Historia antigua puede ser invocada en el caso del Sahara occidental como lo demostró el dictamen del Tribunal internacional de Justicia.
            El fracaso del camino pacífico que ustedes nos habían encomendado y que habíamos aceptado de forma sincera no debe ser permitido. De ahí el enorme rol que este Comité puede jugar para que cese “la injuria y la violencia” y acompañar de forma estrecha el proceso para una descolonización pacífica, completa y creíble de la última colona africana inscrita en su agenda descolonizadora.
            En este contexto, el Comité tiene en sus manos, antes que nada, la posibilidad de informarse in situ, de reanudar sus visitas al territorio. Es una práctica establecida por el Comité en el marco de sus competencias. La última visita tuvo lugar hace 35 años. No hay ninguna razón válida y convincente para oponerse a que el Comité efectúe una segunda visita y todas las que sean necesarias mientras no certifique que el proceso descolonizador ha concluido de forma legal y valida. De otro lado, el Comité tiene el derecho a pedir y recibir información apropiada y veraz sobre la situación reinante en un Territorio que está en su agenda. Esta información no está llegando porque Marruecos se niega a ello y comete el error que cometieron otras potencias coloniales de considerar que no tiene colonias sino “provincias”. Esto lo decía la España de Franco y lo el Portugal de Caetano. Lo decía Francia de Argelia. Seria incomprensible y a nuestro modo de ver contrario a los intereses supremos de este Comité y a sus competencias que alguien ponga piedras en el zapato. Es lo mínimo que el Comité puede hacer ahora. El F. Polisario cooperaría plenamente con toda Misión que envíe el Comité.
            Deseo formular ante el Comité que estamos convencidos de que tarde o temprano la legalidad internacional triunfara en el Sahara occidental. Debemos aunar esfuerzos para convencer a Marruecos a que coopere con los esfuerzos de la ONU para poner fin a una situación colonial insostenible que ha hipotecado el futuro de toda una región y que no ha traído más que el retorno de la desconfianza, inestabilidad e inseguridad.
            La reflexión positiva orientada hacia un futuro común que nos sirva de poderoso aliciente para contribuir en la superación de la actual situación de injusticia y que permita unir a los pueblos saharaui, marroquí, y todos los pueblos del Magreb no se ha agotado todavía.
            Todos los países de la región fuimos colonias o protectorados de potencias europeas. Todos, menos el Sahara occidental, llevan años construyendo su futuro. No podemos ni debemos ser la excepción a la regla general. Marruecos parece optar por el retorno de los tiempos de la injuria, de la violencia, de las reivindicaciones territoriales basadas en la historia antigua. Es un error trágico cuyas consecuencias la estamos pagando todos.
            No podemos sino invocar la esperanza de que el espíritu del discurso del 20 de agosto de 1969 pronunciado por el rey Hassan II vuelva a imprimir la reflexión marroquí. La vía ya acordada de la solución democrática que permita al pueblo saharaui ser dueño de su destino, ya optando por la independencia, ya por la integración en Marruecos, es la única vía posible, viable, sabia, acorde con la legalidad internacional para hacer frente a la situación derivada de un proceso descolonizador inconcluso.
            Es en este contexto, Sr. Presidente, que el F .Polisario ve como algo esencial el rol de este Comité. El Comité debe, a nuestro juicio, despachar una segunda misión al Territorio para actualizar sus datos y, si es oportuno, realizar una sesión especial sobre el Sahara occidental, como tema inscrito en su agenda. El F. Polisario cooperaría de manera ilimitada con estas iniciativas si llegan a ser aceptadas por el Comité. Muchas gracias

.Fuente: www.pensamientocritico.org

jueves, 2 de septiembre de 2010

LANZAROTE, LA ISLA ESTRELLADA



La película relata la increíble gesta de los hermanos Medina Cáceres. Una historia relacionada con la destrucción de las costas de Lanzarote, isla del archipiélago canario que actualmente se estrella contra su propio desarrollo urbanístico, en una muestra más de la falta pragmática de planeación del lugar.
Junto al Premio Nobel José Saramago, intervienen otros intelectuales y ciudadanos, conscientes de la necesidad de frenar a toda costa la especulación urbanística. La película es una reflexión sobre el modelo actual de turismo y desarrollo (del cual hablaremos en un artículo subsecuente). No sólo se ha puesto de relieve su aspecto más conocido en la actualidad, el de la corrupción empresarial y política, sino los elementos que inciden de manera perturbadora sobre la ecología humana y natural. El núcleo del film es una antigua casa de salineros. Situada hasta hace pocos años a la orilla del mar, se encuentra ahora a muchos metros del agua, cercada por un gran complejo turístico que ha devastado esa parte de la costa, antes llamada Berrugo, entre Playa Blanca y Papagayo, en el municipio de Yaiza.

La Casa de Berrugo ha resistido durante años los embates desarrollistas que han pretendido hacerla desaparecer. Su dueños son los hermanos Medina Cáceres, nacidos en esta vivienda del siglo XVIII que era propiedad de sus padres desde 1905. A pesar de la avanzada edad de estos hermanos, su resistencia a abandonar su casa se ha hecho legendaria dentro y fuera de Lanzarote. Esta lucha de largos años, es descrita por sus protagonistas y comentada por quienes viven de cerca el salvajismo arquitectónico en la isla que hasta hace pocos años fue la gran reserva del turismo ecológico en Canarias. La Isla de César Manrique. Hoy, la Isla Estrellada.
Así pues a disfrutar, ver y pensar.
copiado en
http://piensalee.wordpress.com/2010/07/01/lanzarote-la-isla-estrellada/




Mar Sintético

A este paso lo mas probable es que algun dia se pueda
ir andando sobre un puente de basura flotante desde
Australia a EEUU.





ILUSTRACIONES POLÍTICAS DE ROBERT CARTER

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Ocupación gota a gota


http://www.pluralia.tv/Ocupación gota a gota es un documental de Sergio Escriche sobre el control del agua que en Palestina hace el Estado de Israel. Fecha:01/09/2010. Fuente:www.ecologistas.tv

martes, 31 de agosto de 2010

El desastre del vuelo AF 447 y la anomalía magnética del Atlántico Sur

La noche del primero de junio del 2009, un avión bimotor Airbus A330 de la compañía francesa Air France (vuelo AF 447), volaba con 228 personas a bordo, en el Atlántico Sur, en dirección nordeste. Había partido pocas horas antes de Río de Janeiro y su destino final era la ciudad de París.


El último mensaje recibido por el sistema de control del tráfico aéreo brasilero fue a la 1.33 AM (UTC), cuando el avión se acercó al límite de la zona aérea controlada por Brasil. Después de unos cuarenta minutos, las torres de control senegaleses recibieron una serie de mensajes automáticos que indicaban numerosas anomalías y malos funcionamientos, incluso importantes daños en la planta eléctrica. Estos extraños anuncios indican que, de las 2.10 a las 2.14 AM (UTC), a bordo hubo 5 averías y 19 anomalías.

Se cree que el avión cayó al mar pocos instantes después.

Por desgracia, no hubo sobrevivientes. A partir del 6 de julio se hallaron, a 1090 km al nordeste del archipiélago Fernando de Noronha, algunos cuerpos y restos del avión. Las búsquedas finalizaron el 27 de junio. En total, se recuperaron 51 cuerpos y varias partes del avión.

Hasta hoy no se ha encontrado la caja negra, pero en mayo de 2010 se dijo que debería hallarse en un área de 5 millas cuadradas a la redonda, en el fondo del Océano, a unos 3000 metros de profundidad.

Entre las posibles causas del accidente, estarían una serie de daños en el sistema eléctrico y en el sistema de control de la velocidad (tubos de Pitot). Durante el vuelo de un aeromóvil, la velocidad es un factor importantísimo, pues permite al aparato sostenerse en vuelo (sustentación). Por motivos desconocidos pendientes por comprobar, los tubos de Pitot habrían podido indicar una velocidad inferior o superior de la efectiva, y esto habría causado respectivamente la entrada en pérdida o la desintegración del avión.

¿Qué pudo haber causado esta serie de extrañas anomalías?

Algunas imágenes satelitales muestran que, en efecto, el Airbus A330 atravesó, en los últimos 100 kilómetros de su vuelo, una zona de cielo donde se producía una fuerte tempestad que pudo haber causado una fortísima turbulencia y el congelamiento de algunas partes del avión, incluidos los tubos de Pitot.

Lo extraño es que los pilotos conocen bien este tipo de tormentas, pues generalmente viajan alrededor de ellas. ¿Es posible que pilotos expertos, al mando de un aeromóvil en perfecto estado, hayan decidido meterse dentro de una tempestad tan peligrosa?

Por ahora no es posible dilucidar claramente cuáles fueron las causas de esta calamidad, pero es interesante analizar una de las hipótesis más extrañas que explicaría la tragedia.

Según algunos investigadores independientes, las causas del desastre deben buscarse en la llamada “anomalía magnética del Atlántico Sur”, una zona del Océano donde la parte inferior de los cinturones de Van Allen (conjunto de partículas cargadas o “plasma” en forma de anillo de superficie toroidal que rodea la Tierra), está muy cercana a la superficie del mar. En esta área, la intensidad de las radiaciones de los cinturones de Van Allen respecto a otras zonas de la superficie terrestre es mucho más elevada.

Los cinturones de Van Allen, que según varios científicos son causados por el choque del viento solar con el campo magnético terrestre, constituyen un serio peligro para los satélites artificiales, puesto que pueden dañar paneles fotovoltaicos, circuitos integrados y sensores. De hecho, el físico Robert Forward propuso un proyecto para reducir el influjo radioactivo de los cinturones de Van Allen, pero hasta ahora no se ha llevado a cabo.

En la Estación Espacial Internacional, que pasa a través de la anomalía periódicamente, se tuvieron que conseguir blindajes electromagnéticos suplementarios para protegerse de las radiaciones.

El hecho de que el campo magnético terrestre esté inclinado 11 grados respecto al eje de rotación del planeta hace que la parte más interna de los cinturones de Van Allen esté más cerca y más lejos de la superficie de la Tierra, respectivamente en el Atlántico Sur y en el Océano Pacífico Norte.

La anomalía magnética del Atlántico Sur, que fue descubierta a partir del fin de los años 50 del siglo pasado, no tiene dimensiones constantes, sino que parece expandirse hacia el nordeste. Se extiende aproximadamente del ecuador hasta la latitud de -50 grados sur y de la longitud de 90 grados oeste hasta 40 grados este.

¿La intensidad de la radiación de los cinturones de Van Allen justo en aquel lugar donde se encuentra la anomalía pudo haber causado la serie de malos funcionamientos ocurridos en la noche del primero de junio de 2009 en el avión de Air France?

¿La fuerte radiación pudo haber causado una intensa desorientación de los pilotos del vuelo AF 447, de manera parecida a lo ocurrido el 5 de diciembre de 1945 a los pilotos de la escuadrilla 19, que desaparecieron en el cielo de las Bahamas por una presunta anomalía magnética de orígenes desconocidos?

Según algunos investigadores, la expansión de la anomalía magnética del Atlántico Sur podría ser un factor secundario de una próxima inversión magnética del planeta.

En efecto, se comprobó que el campo magnético terrestre está disminuyendo por causas ignotas, y eso podría ser un indicio de una próxima inversión magnética. Hay evidencias que indican que en los últimos dos mil años el campo magnético disminuyó más del 50%, y también en el último siglo la disminución no parece haberse detenido.

De hecho, sabemos que el campo magnético terrestre no permanece constante en el tiempo, sino que sufre variaciones de intensidad y dirección.

Algunas evidencias geológicas probaron que en el pasado hubo varias inversiones magnéticas. La última, hace 780.000 años, se denominó inversión de Brunhes-Matuyama (aunque algunos investigadores sostienen que la catástrofe conocida como “diluvio universal”, que causó el fin de la glaciación, acaecida en el 9500 a.C., fue provocada por una inversión magnética o, alternativamente, por un cambio del eje geográfico terrestre luego de la caída de un meteorito).

La inversión magnética podría anular totalmente por un período de aproximadamente un siglo el cambio magnético terrestre. ¿Cuáles repercusiones tendría eso para la vida en la Tierra?

Una menor o nula protección contra el viento solar podría conllevar una fuerte reducción de la capa de ozono y una mayor penetración de las radiaciones ultravioletas.

Mientras que para algunos científicos los daños para el ecosistema y para el hombre se limitarían a un alarmante aumento de tumores, enfermedades de la piel y un incremento de la infertilidad de todos los seres vivientes, para otros investigadores los problemas para la Tierra serían mucho más graves.

En efecto, hay una corriente de pensamiento que sostiene que las inversiones magnéticas deben relacionarse con el inicio (o el fin, como en el caso del diluvio) de períodos de glaciaciones.

Aunque la ciencia oficial reconoce las causas de las glaciaciones en las variaciones del ciclo de Milankovitch, en la alteración de la composición de la atmósfera terrestre (a su vez influenciada por la actividad volcánica y meteorítica) y en la actividad del Sol, algunos investigadores sostienen que las glaciaciones pueden ser consecuencias de inversiones magnéticas.

El estudio de las inversiones magnéticas comparado con el estudio cronológico de varias glaciaciones que se sucedieron en los últimos millones de años sugiere, de hecho, que hay una relación entre ambos eventos.

Si ulteriores estudios confirmaran que el campo magnético terrestre se está debilitando rápidamente, se podría afirmar que habrá una inminente inversión magnética.

Por ahora no podemos afirmar con certeza si la inversión magnética causará la próxima glaciación, en todo caso se desea que ulteriores estudios clarifiquen las consecuencias de tal evento.

En cuanto al desastre del vuelo AF 447, si se puede comprobar que la anomalía magnética del Atlántico Sur influyó en las causas del accidente, sería oportuno pensar en proporcionar a los aviones que pasan a través de ella una adecuada protección suplementaria a las dotaciones de bordo, con el fin de evitar ulteriores desgracias.



YURI LEVERATTO

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