Éric Laurent es el periodista francés que más frecuentó al difunto rey
Hassan II, con el que escribió un libro de conversaciones. Catherine
Graciet es la periodista francesa que en el libro La régente de Carthage
(La regenta de Cartago) desmenuzaba la fortuna, lograda gracias a
prácticas corruptas, del dictador tunecino Ben Ali y de su esposa Leila
Trabelsi. Juntos, Laurent y Graciet acaban de escribir Le roi prédateur.
Main basse sur le Maroc (El rey depredador. Apoderarse de Marruecos)
que, publicado por Le Seuil, saldrá a la venta en Francia el 1 de marzo.
A lo largo de sus 216 páginas, sus autores desgranan el rápido
incremento de la fortuna de Mohamed VI hasta convertirse, en 2008, en el
séptimo monarca más rico del mundo, superando a los emires de Qatar y
Kuwait. La fórmula es sencilla: “En Marruecos es el pueblo el que, cada
día que Dios nos da, enriquece al rey comprándole productos de sus
empresas”, que gozan con frecuencia de una situación de monopolio.
Fuentes anónimas y algún conocido exbanquero aportan sus testimonios.
En la clasificación especialmente dedicada a los monarcas [por la
revista Forbes en 2009], el rey de Marruecos, Mohamed VI, hizo una
sorprendente aparición en el séptimo puesto, con una fortuna evaluada en
2.500 millones de dólares. Adelantaba a sus rivales aparentemente
provistos con más riquezas como el emir de Qatar, cuyo subsuelo rebosa
de gas y petróleo, o el de Kuwait, cuya fortuna es, según Forbes, seis
veces inferior a la del soberano marroquí.
En 2009, la crisis financiera golpeó con fuerza al conjunto de las
rentas, incluidas las de los más adinerados. Sin embargo, Mohamed VI,
cuya fortuna se duplicó en cinco años, parecía misteriosamente librarse
de esta suerte porque Forbes le colocó en cabeza de las personalidades
que incrementaron su patrimonio en 2008.
En su informe sobre desarrollo humano elaborado por el Programa de la
Naciones Unidas para el Desarrollo, que abarca el periodo 2007-2008,
Marruecos está en el puesto 126º (sobre 177 Estados). El índice de
pobreza del país alcanza el 18,1%. Peor aún, más de cinco millones de
marroquíes viven con 10 dírhams al día, es decir, un poco menos de un
euro, y el sueldo mínimo legal no rebasa los 55 dírhams (5 euros) al
día.
La clasificación establecida por Forbes solo dejaba entrever púdicamente
la amplitud de una fortuna real en verdad muy superior. Y, sobre todo,
callaba o ignoraba los métodos puestos en práctica para acumular tal
riqueza. Vinculaba la fortuna del rey con el incremento del precio del
fosfato, del que Marruecos es uno de los primeros exportadores mundial.
Al razonar así se equivocaba de época.
El país reviste toda la apariencia de un sistema económico normal y,
desde algunos aspectos, hasta sofisticado: bancos, empresas, sector
privado etcétera. Es una realidad de la que hay que hablar en pasado. El
sector económico marroquí se asemeja a un pueblo de Potemkin que
esconde la depredación real.
El rey es, desde hace algún tiempo, el primer banquero, asegurador,
exportador y agricultor de su país. Controla también el sector
agroalimentario, la gran distribución comercial y la energía. El
enriquecimiento desenfrenado del soberano y de algunas personas a sus
servicios puede, sin embargo, tener consecuencias políticas
incalculables cuando la población está siendo golpeada de lleno por una
crisis que la empobrece y fragiliza a las clases medias. (…)
Una rápida comparación con otras monarquías, empezando por las
constitucionales, permite comprender que estamos en las antípodas de
cualquier ética democrática. ¿Cabe imaginar a la reina de Inglaterra o
al rey de España en la cima de las más importantes entidades
financieras, industriales y agrícolas de su país que operan en situación
de monopolio sin apenas disimularlo?
Atento a sus intereses, Hassan II siempre se preocupó de que la familia
real, empezando por él mismo, disfrute de sustanciales rentas
financieras. Omnipresente en el ámbito político, se desinteresaba
fundamentalmente de los asuntos económicos. Su heredero sigue siendo un
auténtico enigma político: inexistente en la escena internacional, con
frecuencia ausente de la escena nacional, nunca ha aceptado ser
entrevistado por un periodista marroquí, nunca concedió una conferencia
de prensa y parece desinteresarse de la política como de su país. Es, en
cambio, hiperactivo a la hora de controlar sus negocios. Parece ver en
Marruecos un mercado cautivo sometido a su voluntad. (…)
Esta depredación autárquica pone de manifiesto una sorprendente ceguera
cuando la Historia se ha puesto en movimiento en el mundo árabe. La
denuncia de la corrupción ha estado en el corazón de los eslóganes
coreados por los pueblos que acabaron con los regímenes autoritarios de
Túnez, Egipto y Libia. Las manifestaciones que se desarrollan en
Marruecos estos últimos tiempos señalan con su nombre a dos íntimos
colaboradores del rey [Mounir Majidi, secretario particular de Mohamed
VI y Fouad Alí el Himma, amigo de colegio] y estrategas de su
adueñamiento de la economía y de la política del reino.
En un universo tan escrupulosamente codificado y endulzado como el de
Marruecos esos ataques apuntan, en realidad, a la persona del soberano
porque atacarle frontalmente sería un sacrilegio. (…)
La renta anual per cápita en Marruecos era en 2009 de 4.950 dólares, la
mitad de la de los tunecinos y argelinos. Este país pobre con un Estado
débil es, sin embargo, una fuente inagotable de satisfacción para el
rey. Al apropiarse de la mayor parte de la economía del país incrementa
una fortuna personal ya de por sí inmensa mientras que el modesto
presupuesto del Estado se hace cargo de todos sus gastos. Regla número
uno: el soberano y su familia no pagan ningún impuesto. Regla número
dos: sobre este asunto la opacidad y el silencio son la norma y esta
generosísima “cobertura social” otorgada al monarca y a los que se le
son cercanos no se discute. (…)
Mohamed VI recibe cada mes 40.000 dólares de salario por ser rey (…), es
decir, el doble del presidente estadounidense o del francés. Las
pensiones y salarios reales, que ascienden anualmente a 2,5 millones de
euros, incluyen los emolumentos girados al hermano del rey así como a
sus hermanas y a los príncipes afines. No se sabe ni palabra del
desglose de esa partida. Todos los miembros de la familia real ingresan,
además, sus emolumentos, abonados por el Estado marroquí, por sus
actividades oficiales, en general bastante modestas. La generosidad del
contribuyente marroquí, cuya colaboración se solicita, sirve, a su vez, a
costear la del rey. Bajo la rúbrica de “subvenciones del rey y de la
corte” se otorgan al soberano 31 millones de euros (310 millones de
dírhams) para que los redistribuya, según su antojo, como donaciones o
subvenciones. Es una cantidad cuya utilización se escapa a cualquier
control, aunque se sabe que en tiempos de Hassan II servía, en parte, de
fondo de reptiles para asegurarse los favores de algunas personalidades
políticas, marroquíes o extranjeras y recompensar, por su fidelidad, a
esa extraña tribu francesa de “amigos de Marruecos” compuesta por
periodistas, académicos, médicos, abogados, exresponsables de servicios
secretos… (…)
Los gastos de los 12 palacios reales repartidos a través del país, a los
que se añaden una treintena de residencias en las que trabajan más de
1.200 personas, también corren por cuenta del Tesoro público, que
desembolsa un millón de dólares al día. De esos 12 palacios el actual
rey solo utiliza regularmente tres o cuatro y muchos de ellos nunca
recibieron su visita. Aun así se les mantiene con el mismo esmero
vigilante. Jardineros, limpiadoras, cocineros se apresuran todos ellos
como si el rey fuese a aparecer en cualquier instante aunque se sepa que
en ese mismo momento se encuentra en la otra punta del país o que viaja
al extranjero.
Los asalariados empleados por palacio cuestan cada año unos 70 millones
de dólares al presupuesto del Estado. Forman una estructura piramidal
que empieza por los más humildes servidores del rey hasta la cúpula
compuesta por el gabinete real (300 empleados permanentes), la
secretaría particular del rey, el gabinete militar, la biblioteca, el
Colegio Real, varias clínicas y el equipo de mantenimiento del mausoleo
de Mohamed V en el que están enterrados el primer rey y su sucesor,
Hassan II.
El parque automovilístico dispone, por su parte, de un presupuesto de
seis millones de euros dedicados a renovar los vehículos utilitarios, y
también al mantenimiento de los coches de lujo que pertenecen al
soberano. En tiempos de Hassan II el huésped de palacio se sorprendía al
descubrir numerosos vehículos Rolls Royce, Cadillac, Bentley y demás
modelos de lujo cuidadosamente alineados en los garajes reales. Su
sucesor no dudó, por su parte, en fletar un avión militar marroquí para
transportar a su Aston Martin DB 7 hasta la sede del fabricante en
Inglaterra para que pudiese ser reparado con la mayor rapidez. Él es
además un cliente privilegiado de Ferrari, una marca de la que ha
comprado numerosos modelos.
Sus caprichos vestimentarios tienen también un coste para el presupuesto
del Estado: dos millones de euros al año. (…) Se hizo confeccionar, por
un sastre londinense, un abrigo de lana cuya factura ascendió a 35.000
libras esterlinas. Un millón de dólares es, por último, la partida para
cuidados y alimentación de los animales que viven en palacio.
Otro capítulo costoso en la ley presupuestaria: los desplazamientos al
extranjero del rey y de su corte que en 2008 ascendían a 380 millones de
dírhams (38 millones de euros). (…) El Boeing de su majestad exhibe un
lujo ostentatorio y ha sido equipado con un dormitorio, un despacho que
sirve a la vez de sala de reuniones, aparatos de musculación y un equipo
de música estéreo de último grito. (…) Al rey le acompañan además entre
250 y 300 personas que embarcan en un Boeing 747 y dos Boeing 737-400 a
los que hay que añadir tres Hercules C-130 para los muebles y el
equipaje. En los viajes de tres semanas y 60 horas de vuelos semanales
la factura supera los tres millones de dólares. (…) Sus viajes oficiales
al extranjero casi siempre se prolongan con unas vacaciones.
Un ingeniero marroquí, Ahmed Bensedik, se ha dedicado a hacer una rápida
comparación a partir de datos oficiales. En 2009, el producto nacional
bruto de Marruecos ascendía a 90.000 millones de dólares y el de Francia
a 2.750.000. Pese a esta diferencia sobrecogedora de riqueza, el
presupuesto del palacio real, del que se hace cargo el Estado marroquí,
alcanza los 228 millones de euros, mientras que el del Elíseo
[presidencia francesa] asciende a 112,6 millones. La cantidad asignada a
Mohamed VI duplica la concedida al presidente de la República Francesa.
Esta diferencia, ya de por sí significativa cuando se pone en relación
con el PNB de cada uno de los dos países, pone de relieve que la
monarquía marroquí cuesta al presupuesto del Estado 60 veces más que la
presidencia francesa.
Se puede hacer otra comparación reveladora, que muestra hasta qué punto
el futuro es incierto en un país en el que, según Naciones Unidas, el
51% de la población tiene menos de 25 años. Si se suman los presupuestos
de cuatro ministerios —Transportes y Fomento, Juventud y Deportes,
Cultura y Vivienda, y Urbanismo— se llega a 2.260 millones de dírhams
(226 millones de euros). El resultado de esa suma es inferior al del
presupuesto del palacio real (…).
En 2008 (…), 380 millones de dírhams (38 millones de euros) han sido
desembolsados para los desplazamientos del rey dentro y fuera del país.
Cuando decide instalarse durante unos días en la capital de una región,
la policía y la gendarmería llevan hasta allí a miles de hombres para
vigilar la zona. Si el soberano no posee ningún palacio en las
cercanías, las más bonitas residencias son requisadas para facilitar su
estancia y la de su numeroso séquito formado por consejeros, ministros y
demás cortesanos. Convoyes procedentes de Rabat o de Marraquech
transportan el mobiliario, la vajilla, las cocinas y también a los
cocineros y demás personal de servicio. (…)
Esta aparente bondad real tiene efectos limitados: el entorno del rey,
las autoridades de la región tratan ante todo de darle satisfacción,
aunque sea haciendo trampa. Tras la inauguración, en el sur, de un
flamante hospital, el establecimiento fue cerrado después de la visita
del rey. Todavía no se había encargado el material médico y el que se le
mostró fue alquilado con tal motivo. (…)
Los amigos más íntimos entre los íntimos son Mohamed Rochdi Chraibi,
originario de Ouazazate, en el sur del reino, y Fouad Alí el Himma, que
viene de la región de Marraquech. Ambos son hijos de familias modestas y
son perfectamente conscientes de la oportunidad que les ha sido
bridada. El Himma y Chraibi se comportan como eternos rivales, cuyas
disputas verbales acaban, en alguna ocasión, violentamente. (…) Más
retorcido y más rápido a la hora de manipular al rey montando oscuras
intrigas contra sus rivales, Fouad Alí el Himma logró finalmente
imponerse como el más cercano compañero de Mohamed VI [desde que ambos
eran alumnos del Colegio Real]. Durante el verano de 2011 logró colocar
fuera de circuito, es verdad que temporalmente, a un enésimo rival,
Mohamed Moatassim, consejero real apreciado y afamado jurista. Fue
imprudente y cometió el error de dar rienda libre a su hiel sobre el
Partido Autenticidad y Modernidad (PAM) en una línea telefónica
interceptada. El PAM fue creado, a partir de cero, por Mohamed VI y lo
pilotaba El Himma para hacer frente a los islamistas del Partido de la
Justicia y del Desarrollo.
Durante un cursillo de varios años en el Ministerio del Interior,
entonces dirigido por Driss Basri, Fouad Alí el Himma se aficionó por la
información secreta. No parece que dejase un recuerdo extraordinario a
su antiguo mentor que no le quería especialmente y decía de él, cuando
ya estaba exiliado en París, que “no era un trabajador asiduo porque
prefería irse de juerga con el príncipe heredero” [el futuro rey Mohamed
VI]. (…)
Tan impopular como Fouad Alí el Himma, y precedido además de la mala
reputación de ser un hombre sin escrúpulos, Mounir Majidi, secretario
particular de Mohamed VI, gestiona la inmensa fortuna del monarca. A
diferencia de su rival, El Himma, Majidi no procede del Colegio Real
sino de otra banda igual de importante a ojos del rey: la de su adorado
primo Naoufel Osman, fallecido prematuramente por enfermedad en 1992.
(…) Mounir Majidi tiembla, sin embargo, de miedo ante el menor cambio de
humor del patrón cuyas furias son legendarias. Y no solo a causa de las
correcciones físicas que de vez en cuando inflige. (…).
Fouad Alí el Himma y el grupo del Colegio Real, Mounir Majidi y la banda
de Naoufel… Desde principios de la década pasada los amigos de su
majestad acaparan todos los puestos clave del reino, excepto aquellos
del área exclusivamente militar.
MOHAMED VI NO SÓLO ES UN LADRÓN, Y TORTURA SAHARAUIS, PRESENTAMOS ÉSTE
DOCUMENTAL QUE HABLA DE LA REPRESIÓN CONTRA SU PROPIO PUEBLO MARROQUÍ.
.
Las autoridades de Marruecos han puesto en marcha nuevas medidas de
censura contra los medios de comunicación, así como por la represión en
Internet. También dos blogueros han sido condenados por haber hecho
críticas al rey en las redes sociales.
“Aunque el país ha emprendido la vía de las reformas políticas, con
la realización de un referéndum constitucional el 1 de julio de 2011 y
de elecciones legislativas el 25 de noviembre pasado, la cuestión de la
libertad de informar aún choca con las famosas líneas rojas que son la
figura del rey y el islam”, declaró Reporteros sin Fronteras (RSF). “Sin
libertad de informar, los esfuerzos de democratización emprendidos
recientemente no tendrán efecto. Hacemos un llamado a las autoridades
para que apliquen en el área de la prensa el mismo espíritu de apertura
que en el ámbito político”.
El número del 26 de febrero de 2012 de El País fue vetado por las
autoridades marroquíes debido a que contenía declaraciones difamatorias
que “atentaban contra la imagen de su Majestad y las instituciones del
país”. El artículo al que se referían contenía extractos de un libro
escrito por Catherine Graciet y Eric Laurent, titulado “Le Roi
prédateur” (El Rey depredador), que informa sobre el enriquecimiento del
rey Mohamed VI, cuya fortuna se habría duplicado en los últimos cinco
años, según los autores.
El Ministerio de Comunicación justificó esta decisión en virtud del
artículo 29 del Código de la Prensa, que prohíbe cualquier declaración
que atente contra la persona del rey. No es la primera vez que el diario
español es censurado; el 16 de febrero de 2012 fue vetado en territorio
marroquí debido a una caricatura del rey.
RSF denuncia la falta de evolución en lo que concierne a la
legislación que castiga las declaraciones ofensivas para la monarquía y
la nación. Los textos legislativos deben ser reformados para que no
obstaculicen más la libertad de expresión y la libertad de información,
fundamentales en una democracia. La Constitución de Marruecos, reformada
en el verano de 2011, no contempla ninguna sanción contra la libertad
de expresión, pero el carácter sagrado del monarca está inscrito en el
artículo 46: “la persona del Rey es inviolable”. El Código Penal prevé
todo un arsenal de severas sanciones para cualquiera que infrinja este
artículo. Reporteros sin Fronteras lamenta esta instrumentación del
crimen de lesa majestad que obstaculiza la libertad de información.
La organización ya había expresado su preocupación frente a la
recrudescencia de los actos de censura en Marruecos. En una carta
enviada a las autoridades marroquíes el 9 de febrero de 2012, denunció
las sucesivas prohibiciones de diversos diarios y revistas, bajo el
pretexto de no herir la sensibilidad religiosa. La agencia de prensa
española EFE dio cuenta de que entre enero de 2011 y febrero de 2012, se
prohibió la difusión de 29 publicaciones extranjeras, entre ellas, 22
diarios y revistas franceses.
Por otra parte, el 24 de octubre de 2011 el director del diario
Al-Massae, Rachid Nini, detenido el 28 de abril 2011, fue condenado en
apelación a un año de prisión incondicional por “desinformación”. El
periodista paga caro los artículos que denunciaban casos de corrupción
en el poder marroquí. Reporteros sin Fronteras reitera la petición de
que se libere a Rachid Nini de forma inmediata y sin condiciones.
Walid Bahomane, de 18 años de edad, fue juzgado a puerta cerrada por
“piratería informática” y por “difamar los valores sagrados de Marruecos
y al Rey”. El estudiante publicó en Facebook vídeos y dibujos
satíricos, en particular una caricatura de Mohamed VI. El 16 de febrero
de 2012 un tribunal de Rabat lo condenó a un año de prisión y a pagar
una multa de 10.000 dirhams (unos 1.000 euros) en virtud del primer
cargo del que se le acusaba, considerando que no se trataba de un asunto
de libertad de expresión sino de delito informático. El internauta está
es preso preventivo desde que fue detenido, el 24 de enero pasado,
cuando la policía se incautó de “dos páginas Facebook (sic), que
contienen frases e imágenes insultantes para los valores sagrados, así
como un ordenador IBM”. El joven apelará este veredicto, pero aún no se
conoce la fecha de la próxima audiencia.
El 13 de febrero de 2012, otro estudiante, Abdelsamad Haydour, fue
condenado por un tribunal de Taza por haber criticado al rey en un vídeo
difundido en Youtube. El joven de 24 años de edad fue sentenciado a
tres años de prisión y a pagar una multa de 10.000 dirhams por “atentar
contra los valores sagrados de la nación”, tras un proceso expeditivo a
puerta cerrada. En un vídeo de cuatro minutos filmado durante una
manifestación en Taza, Abdelsamad Haydour critica con dureza al régimen
de Mohamed VI (califica al monarca de “perro” y “dictador”). No tuvo
acceso a un abogado y el tribunal no designó a un ningún abogado de
oficio para que lo defendiera.
Mohamed El Boukili, miembro del comité administrativo de la
Asociación Marroquí de Derechos Humanos, declaró que estos dos injustos
procesos estaban manchados de irregularidades. Los dos internautas
firmaron el proceso verbal de su acusación sin la presencia de su
abogado y bajo presión policial tras ser detenidos. “Por desgracia,
estos procesos son la norma en Marruecos y, en los casos en que se
atenta contra la sacralización del Rey, los procesos judiciales con gran
frecuencia desembocan en penas de prisión”,
Fuente: http://resistenciasaharaui.saltoscuanticos.org/el-rey-depredador-los-periodistas-franceses-catherine-graciet-y-eric-laurent-ofrecen-la-cara-desconocida-de-mohamed-vi/