Con su nacimiento, Internet nos propuso un mundo de la comunicación sin
fronteras, donde la información es compartida entre los usuarios y su
acceso es rápido, sencillo y gratuito. En el primer episodio de esta
serie, analizaremos quiénes están detrás de las redes de información y
si realmente son tan libres como, a priori, pueden parecer. Conoceremos
las entrañas de Wikipedia, veremos cómo se dirigió la campaña electoral
online del presidente Obama o qué función tienen los controladores de
blogs. Además, nos adentraremos en el mundo del software libre y de las
descargas, y conoceremos el marco jurídico y el debate actual y nos
aproximaremos a las consecuencias que todo ello tiene en industrias como
la de la música..
Ocho años antes de que ocurriera en Venezuela y 16 antes de que
ocurriera en Ecuador y Bolivia, a finales de la década del 1980, en
Colombia estuvo a punto de llegar un partido de izquierda al poder. Esto
hubiera ocurrido de no ser por el impedimento que ejercieron los altos
mandos militares, la clase política y dirigente del país y grupos
armados paramilitares de extrema derecha que se confabularon para
exterminar al partido Unión Patriótica, asesinando a casi 5.000 de sus miembros,
contando entre los desaparecidos a dos candidatos presidenciales,
alcaldes, diputados, congresista, militantes y simpatizantes en el campo
y en las ciudades.
Un genocidio manejado por politicos, paramilitares y militares en un plan cinicamente llamado "el baile rojo"
Hoy, 17 años después de casi desaparecer, ese
partido colombiano vuelve a la arena política y las amenazas persisten
en un país que se ufana por tener la "democracia más estable" del
subcontinente americano". Aquí les dejamos un documental de 28
minutos en donde vemos como fue el proceso de exterminio de la Unión
Patriótica quien en este momento está disputando la presidencia con la
sobreviviente y exiliada Aída Avella.
En esta charla deja
clarísimo y muy bien argumentado, que el sistema de partidos y
parlamentos, que actualmente nos venden como “democracia”, no lo
es, y es todo lo contrario, un sistema oligárquico y de dominación.
Un auténtico faro para
las generaciones jóvenes, y las que no aceptamos más el juego y
farsa de las elecciones y partidos. Además, la charla es divertida y
muy amena.
Atención: Es en
francés, y subtitulado al castellano. Va muy rápido en algunos
momentos. Recomendamos verlo bien, y pausando cuando haga falta, y
tomar alguna nota, que hay muchas perlas...
Resumen de los temas
tratados en la charla:
El inicio de los
sistemas actuales, las revoluciones liberales de finales del siglo
18.
Se desmonta y
desenmascara del todo a los sistemas de partidos, parlamentos,
elecciones y representantes “profesionales”. Quedan en evidencia
de lo que son: Oligarquías y dictaduras. El poder para unos pocos.
El problema: las instituciones.
Historia de los
sistemas políticos que vivieron en Atenas, hace 2500 años.
Todos los pueblos del
mundo, tenemos experiencias de gobiernos por asambleas. Es posible
recuperar esto para los tiempos venideros, y no necesariamente
retrocediendo en el tiempo, ni copiando lo anteriormente vivido,
sino aplicando pensamiento creador para el presente y futuro. Las
asambleas vuelven a la gente más participativa y comprometida.
Ejemplos de cómo los
partidos de “izquierda” traicionan sus ideales, en cuanto llegan
al poder. Es sospechoso que gente de izquierdas y de derecha
defienda las elecciones...
Cómo el poder
corrompe. Los elegidos a puestos de poder, se vuelven “espantosos”,
o “psicópatas”.
¿Cómo nos dominan a
través de pervertir el lenguaje? El papel clave de los medios
corporativos de comunicación, en íntima conexión con la
oligarquía.
Diferencias entre
gobierno representativo y democracia. Clave importante: la “igualdad
política”.
¿Cómo puede ser un
gobierno basado en asambleas? El corazón de una democracia, es la
asamblea del pueblo. Sin políticos profesionales, con rotación en
los cargos, y mucha gente participando en todas las actividades.
Organismos de control populares.
Muchas referencias de
autores, ejemplos y recomendaciones de buenos libros.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------ Algunas frases
contundentes que se pueden oír:
“le llamamos
democracia a algo que es estrictamente lo contrario: oligarquía
aristocrática”
“al régimen que
nos crea los problemas, lo designamos con el nombre de aquello que
nos resolvería los problemas...”, el inicio de esta confusión...
“lo que hacemos con
las elecciones actualmente, es designar a nuestros amos...”
“gracias a las
elecciones, los peores gobiernan...”
“los partidos
políticos, crean prisioneros de ideas...”
“las elecciones
permiten a los ricos comprar el poder...”
Esta es
una película urgente por Palestina. Desde Palestina. Esta es una
película sin imágenes. Porque las imágenes son incapaces de representar
la historia. Esta es una película urgente para Palestina. Sobre
Palestina. Territorio ocupado. Pueblo ocupado. Vidas ocupadas. Futuro
ocupado. Palestina Clandestina. Israel Ilegal. Esta es una película sin
imágenes. Este es un pueblo sin tierra. Futuro robado. Pasado robado.
Casas ocupadas. Pueblo encarcelado.
Paraguay es un
país históricamente campesino que durante los últimos años cayó en
manos de grandes corporaciones, principalmente la multinacional de
semillas y herbicidas Monsanto. Son miles los campesinos enfermos por el
uso de pesticidas y sus cosechas están cada vez más contaminadas.
Una agricultura basada durante décadas en el autoconsumo y en ofrecer
los mejores alimentos, ahora se centra en el monocultivo. Miles de
hectáreas de soja crecen en Paraguay y se convertirán posteriormente en
alimento para ganado de todo el mundo, mientras el país tiene cada vez
más problemas para abastecerse a su población de comida de calidad que
en su mayor parte se importa. Ante las dificultades en el campo
miles de paraguayos se ven en la necesidad de instalarse en suburbios de
las ciudades, verdaderos cinturones de pobreza, donde la única labor
que pueden realizar es el reciclaje de basura. El país comenzó a cambiar esta política hace pocos años con la llegada
de Fernando Lugo al poder, pero el golpe de Estado apoyado por grandes
empresarios del país ha conseguido que la situación en el campo
paraguayo sea peor que nunca.
telesur·
La política es el arte de administrar las mentiras de acuerdo con lo
que el poderoso necesita a cada momento. Eso incluye artificios para
distraer a la opinión pública, llegando a promover guerras si resulta
eficaz. El poder de las imágenes superará cualquier argumentación o
análisis.
No es teoría: que el macroengaño del 11-S funcionase en su momento
solo pudo ocurrir merced a que la oleada de emociones movilizadas se
sobrepuso a la acumulación de inverosimilitudes que se nos presentaron,
desde unas llamadas por móvil desde los aviones secuestrados que no
pudieron producirse hasta una estructura de acero que cede cuando se
halla casi 900 grados por debajo de su temperatura de fusión. Nadie se
paró a escuchar las denuncias de ingenieros, técnicos y expertos.
Exactamente igual que cuando vemos una película pasando por alto las
incoherencias del guión. Porque de eso se trata: del diseño de
producción de lo que tomamos por real.
Poco antes de que estallase el "escándalo Levinsky" Barry Levinson
dirigió un prodigioso film que supone la certificación de que lo que se
nos cuenta de cada episodio político o geoestratégico del mundo que
vivimos ha sido cuidadosamente elaborado por creativos en la sombra,
poniendo ante nuestra mirada el trabajo de un equipo de producción de
Hollywood que tiene que distraer al electorado norteamericano ante un
desliz sexual cometido por el presidente con una becaria, días antes de
una reelección que no puede dar por segura. La estrategia desarrollada
para ocultar el incidente pasa por fingir una gripe del mandatario,
crear un conflicto ficticio en Albania (amparado en la consabida "guerra
contra el terrorismo") y fabricar un héroe de circunstancias con el que
identificarse.
La cínica -y eficaz- manipulación de la prensa y TV que vemos
desplegarse ante nuestros ojos podría parecer excesiva si no fuera
porque la realidad ha imitado al arte no una vez más, sino tantas que
han convertido a "Wag the dog" (título original del film) en algo
profético: desde la ficción del heroico pasaje del vuelo 93 hasta la
participación de figurantes de Hollywood en el atentado de la maratón de
Boston confirman cómo historias inventadas movilizan convenientemente
el ardor patriótico. La información es pura propaganda (algo que los
medios están pagando con el absoluto descrédito en que han caído).
Un caso paradigmático de creación de "hazañas patrióticas" a la medida
de los intereses de la Casa Blanca fue el caso de la soldado Jessica Lynch,
cuya "liberación" fue un montaje urdido por la propaganda
norteamericana en un momento en que la guerra de Irak empezaba a revelar
su carácter de invasión y a perder apoyo popular. Las similitudes con
el film de Levinson llegan al extremo de que incluso se llegó a componer
una canción para glorificar el episodio, al igual que vemos en la
película que hace el atrabiliario cantante -interpretado por Willie
Nelson- que forma parte del equipo de relaciones públicas que
directamente crea la noticia.
La realidad de los medios imita al arte, porque ambos son esencialmente
mentirosos. La batalla de la opinión pública la gana quien mejor
manipula, ya se trate de vencer en unas elecciones o de lograr apoyo
para una intervención militar. Como en la canción de U2, "los hechos son
ficción y la televisión realidad". En la sociedad de la imagen no es
que ésta valga por mil palabras, es que directamente desaloja de la
mente del espectador el menos atisbo de análisis crítico.
Si hay una película de visionado absolutamente imprescindible para
comprender el poder de manipulación de los "mass media" es ésta. Destila
cinismo, acidez e inteligencia. Y retrata de un modo aterrador cómo la
sobreinformación nos anula.
Un periodista se adentró en pleno centro de Kiev para aclarar los
acontecimientos que tuvieron lugar en una de sus plazas, donde se
desarrolló el movimiento conocido como Euromaidán, el cual dista mucho
de parecerse a una protesta pacífica.