Pruebas, diálogos insólitos con los genocidas latinoamericanos y "asesores" del resto del mundo que, creyendo ingenuamente hablar con una historiadora de derecha, se descargan y exponen en toda su magnitud, van diseñando un mapa del horror y la hipocresía, dejando también en claro que en lo que se refiere a los años de plomo todavía queda mucha tela por cortar.
"Escuadrones de la muerte: la escuela francesa" se titula la espectacular película de la realizadora Marie-Monique Robin acerca de las formas galas de tortura que será estrenada en Buenos Aires.
Robin, viajó especialmente para presentar su documental, en el que militares argentinos reconocen haber aplicado durante 'La operación Cóndor', técnicas de tortura y desaparición importadas de Francia.
La operación Cóndor fue creado por la CIA estadounidense
en la era Nixon-Kissinger, con la colaboración de las dictaduras
militares latinoamericanas para la eliminación física de toda la
izquierda política.
El filme de Marie-Monique Robin tiene como
antecedente el excelente fresco la batalla de Argel, de Gillo Pontecorvo
en el que se mostró por primera vez en la historia que la civilizada
Francia no respetaba los derechos humanos y torturó y martirizó a los
patriotas argelinos que luchaban por su independencia.
Escuadrones
de la muerte: la escuela francesa que ya fue presentado en septiembre
de 2003 por la cadena de televisión francesa Canal Plus, sostiene
mediante entrevistas, imágenes de archivo y documentos, que los
franceses formaron a militares de América Latina y Estados Unidos en
métodos utilizados Argelia e Indochina.
'Los militares franceses
descubrieron que había que sacar información de la población. Esto
demandaba la tortura. Luego, a los torturados los hacían desaparecer',
dijo Robin.
Según la cineasta estos métodos a los cuales se les
bautizó como 'doctrina francesa', fueron exportados después y en
Argentina hubo una misión permanente de militares franceses entre 1957 y
1981.
Un dato desconocido y que revela el consenso y la
cooperación de las más grandes potencias del mundo entre si, es el que
asegura que expertos franceses enseñaron también las técnicas de la
guerra contrarrevolucionaria a una generación de militares
latinoamericanos en la Escuela de las Américas, en Panamá.
Esta
inefable institución conocida como 'la escuela de los dictadores', le
sirvió de 'universidad' a los aspirantes a torturadores estadounidenses
que luego la aplicaron en Vietnam, Bolivia, Guatemala, Perú, Chile,
Venezuela, Salvador, Nicaragua y Uruguay entre otros países.
Resalta particularmente la Operación Phoenix, en la que murieron 20 mil civiles survietnamitas.
La
periodista francesa entrevistó a los generales retirados argentinos
Ramón Díaz Bessone -con cámara oculta-, Reynaldo Bignone y Albano
Harguindeguy.
Estos verdugos justificaron en el documental los
crímenes cometidos durante el régimen militar, en el que, según
organismos de derechos humanos, desaparecieron unas 30 mil personas.
'La
entrevista que más me impactó fue la de Díaz Bessone porque me habló
fríamente de las desapariciones como los daños colaterales de la guerra
antisubversiva. Cuando le agradecí la nota y el camarógrafo prendió la
cámara oculta el tipo se transformó y me dio miedo', contó Robin.
Según
la realizadora Díaz Bessone le dijo 'que no se podía sacar información
sin torturar y justificó la desaparición como arma de la guerra
antisubversiva'.
El documental demandó dos años de trabajo y 300 mil dólares de presupuesto.
La
cineasta francesa concluyó sus palabras con este agudo señalamiento:
'Haciendo esta investigación entendí el peso de la ideología. Lo que
tenían en común los militares argentinos, franceses, chilenos y
estadounidenses era un anticomunismo feroz'.
Robin afirmó que en
Francia dos partidos, los Verdes y los Socialistas, pidieron la creación
de una comisión de investigación parlamentaria, pero fue rechazada.
Algunos especialistas recomendaron exhibir el documental en la Comisión
de Derechos Humanos de Ginebra.